La Ayahuasca y la regeneración neuronal | EDABEA
La Ayahuasca y la regeneración neuronal
La World Ayahuasca Conference, iniciada en Ibiza en 2014, ha contado con una segunda edición que ha tenido lugar el pasado octubre en Río Branco, en Brasil.
Esta iniciativa, impulsada por la Fundación ICEERS, bajo la asesoría del Consejo Económico y Social de la ONU, ha nacido con el propósito de estudiar la ayahuasca y las prácticas etnobotánicas a ella asociadas, en tanto que son patrimonio cultural y exponente de las costumbres de los pueblos indígenas sudamericanos. En el contexto de la globalización, estas conferencias pretenden proteger estas prácticas y comprenderlas, más que someterlas a una persecución irracional. Son conocidos los efectos de la planta en personas que padecen depresión, adicciones o síndrome postraumático pero, desgraciadamente, la penalización por su consumo y su inclusión en el grupo de “drogas duras” han frenado las investigaciones para conocer mejor sus efectos.
Banisteriopsis caapi (Terpsichore, Wikipedia)
A la sombra de estas conferencias y siguiendo aquellos estudios que incluyen el LSD o el MDMA en las terapias psicológicas, también en Brasil, se ha publicado un estudio científico en torno a los efectos de la ayahuasca, denominado Harmine stimulates proliferation of human neural progenitors, bajo la autoría de Vanja Dakic (Universidad Federal de Río de Janeiro) y Stevens K. Rehen (Instituto D'Or para la Investigación y la Educación).
INVESTIGACIÓN SOBRE LA HARMINA
Esta investigación aborda los efectos de la harmina en concreto, una beta-carbolina presente en la decocción de la planta que ha mostrado resultados terapéuticos para la depresión.
Ayahuasca y chacruna (Awkipuma, Wikipedia)
En una primera fase del estudio, se ha analizado cómo afecta a los ratones, tal y como resume Vanja Dakic: “Se ha demostrado en roedores que la medicación antidepresiva actúa induciendo la neurogénesis, así que decidimos probar si la harmina, un alcaloide que alcanza su concentración más alta en la decocción de la planta psicotrópica ayahuasca, desencadenaría la neurogénesis en células neuronales humanas”.
Movidos por dichos resultados, en una segunda fase, han evaluado su actuación en humanos. Tras haberla consumido, los humanos han exhibido un incremento del 70% en la proliferación de células progenitoras neuronales.
Stevens Rehen, autor del trabajo, explica de forma más detallada que sus “resultados demuestran que la harmina es capaz de generar nuevas células neuronales humanas, de forma similar a los efectos de los fármacos antidepresivos clásicos, que a menudo son monitoreados por diversos efectos secundarios. Además, la observación de que la harmina inhibe DYRK1A en células neuronales nos permite especular sobre estudios futuros para probar su papel terapéutico potencial sobre los déficits cognitivos observados en el síndrome de Down y en las enfermedades neurodegenerativas”.
El síndrome de Down, la depresión, o el Alzheimer pueden ser enfermedades que se beneficien de los hallazgos de este estudio. Sin embargo, nuestro conocimiento sobre la ayahuasca aún deja mucho que desear, por lo que será prudente esperar a que la ciencia arroje más luz sobre las posibilidades de la planta. Quizás, algún día, podamos asistir a su inclusión en los circuitos cotidianos de terapias psicológicas y neurológicas y, por qué no, a la curación de enfermedades plaga de nuestro siglo.
Chaman de la Amazonía ecuatoriana, junio 2016 (Veton Picq, Wikipedia)
Mientras tanto, seguirán sucediéndose las reuniones secretas y masivas de toma de ayahuasca, que han proliferado considerablemente en los últimos años, especialmente en los Estados Unidos, en Hollywood y Silicon Valley. Estas reuniones, que se acompañan de actividades de meditación y danzas, entre otras, están centradas en el desarrollo personal y la superación de enfermedades y adicciones. Causan furor a todo tipo de público: son muchos los actores y actrices, por ejemplo, que ya han comentado sus experiencias. Estos interesados en la planta no están dispuestos a esperar hallazgos científicos y prefieren probar supervisados por nuevos gurús de la ayahuasca.
Artículo de Nina Slick