Aprendiendo de las Drogas

Conciso pero completo manual de formas de uso, conocimiento y precauciones sobre el empleo de varias sustancias psicoactivas. Clasificando las plantas y sustancias en tres grandes grupos (estimulantes, drogas de paz y visionarios), para cada ficha se abren tres apartados: breve nota histórica sobre la planta o sustancia; efectos de la misma en la mente y cuerpo humano; y formas de uso, así como potencialidades, de la misma.

    Este libro se ha convertido en un pequeño clásico sobre formas de empleo, más o menos sensatas, de sustancias psicoactivas, siguiendo el postulado del autor de situar la ebriedad como una rama más de las bellas artes: o sea, de como sacar partido, de forma inteligente, a lo que la Naturaleza y la química ofrecen en cuanto a modificación del ánimo.

    Cuenta, además, con un diferencial respecto a muchos otras publicaciones sobre el tema: está escrito por una persona que conoce el efecto de la gran mayoría de las sustancias y plantas de las que trata, subsanando un defecto del cual cojeaban anteriores libros y publicaciones: estas consistían en una enumeración de los efectos más nauseabundos que pueden presentarse en el empleo esporádico o recalcitrante de sustancias psicoactivas (ilegales muchas de ellas) que no acababan de encajar con lo que posiblemente conocían los usuarios de estas sustancias, y si a esto le añadimos el estilo esquemático, alarmista, regañón y soporífero de estas publicaciones y discursos, su efecto y validez como medios de prevención era más bien limitado.

    Este manual supuso un punto y aparte en un mundo dividido entre los buenos y los malos (entre espantapájaros y mistificadores).

Contraportada:
 Divinas para unos, diabólicas para otros, legales e ilegales, las drogas no sólo son el «problema» más peculiar de nuestra época, sino un terreno sembrado de perplejidades. ¿Cabe aprender algo de ellas, o al menos sobre ellas, en vez de simplemente padecer sus efectos?

    Ofreciendo al lector elementos para que construya su propia respuesta, el autor pasa revista a casi un centenar de compuestos, entre los cuales están las principales sustancias psicoactivas del pasado y del presente: crack, opio, bebidas alcohólicas, tranquilizantes, LSD, heroína, éxtasis, cocaína, marihuana, café, somníferos y un largo etcétera. Aparecido en ediciones previas como El libro de los venenos (1990) y Para una fenomenología de las drogas (1992), la presente versión ha sido revisada en profundidad, y actualizada con las drogas descubiertas o difundidas posteriormente.

    «Escohotado es un científico empírico, pero es también un divulgador, un filósofo, un aventurero y a ratos un poeta. Su libro resulta imprescindible. Además de fidedignas informaciones y numerosos datos prácticos, adjunta la descripción más exacta que pueda leerse sobre los efectos de determinadas drogas: sin estridencias, sin mitificación, sin dramatismos, sin vanidad, sin coartada. El humor y el tono desenfadado de la obra no limitan sino que resaltan su tono ético» (J. Antón, El País).