Albert Hofmann. Vida y legado de un químico humanista

Dicen que Isaac Newton pasó una buena parte de su vida dedicado al estudio y la práctica de la alquimia. No sabemos si con estas ocupaciones obtuvo algún resultado o no, pero lo cierto es que ya entrados en el siglo XX nos encontramos con dos geniales alquimistas que, manipulando la materia, han dado con un buen número de piedras filosofales (unas veces sin pretenderlo y otras imaginándolo). Se trata de Albert Hofmann (creador de la LSD-25), y de Alexander Shulgin (prestidigitador de fenetilaminas y trpitaminas visionarias).

Y es sobre Albert Hofmann, sobre su trabajo y la revolución cultural desencadenada por los psiquedélicos en esta época sobre los que versa este libro. Podemos estar seguros que éste es el estudio más completo hasta la fecha en relación a este tema, pues no solo aborda la biografía del desvelador de la LSD-25, sino también los avatares de su traviesa criatura, trazando una visión panorámica del entorno cultural en que la L.S.D. desarrolló su recorrido. Personajes relevantes como Aldous Huxley y Tim Leary, o el mundo de los hippys y el movimiento contracultural de los años 60, irán desfilando con detalle y amenidad por sus páginas, así como los estudios de este catalizador de la conciencia en el campo de la psicoterapia, su empleo como una herramienta en relación a la espiritualidad y el misticismo, o las incursiones de la CIA y sus psicóticas intenciones de usar la L.S.D. como 'arma de guerra'... De esta manera, el libro también podría concebirse como una historia cultural del siglo XX (vista desde la perspectiva de la enteogenia :-).

Y para llevar a buen puerto un estudio sobre todos estos ámbitos, el autor hace realizado un repaso extenso y en profundidad de todos las fuentes disponibles relacionadas con Hofmann, la LSD y los revoltosos años 60: examina libros, artículos, entrevistas y testimonios personales en relación al homenajeado y la L.S.D., refundiéndolos en este meritorio estudio.

Es así como también se considera extensamente su relación con Ernst Jünger, al que se dedica un capitulo entero -subrayando en esta ocasión las implicaciones filosóficas e históricas del descubrimiento de Albert, aprovechando que el mismo autor del libro es filósofo de formación-, y se adentra también en su relación con R.G. Wasson, el 'padre' de la etnomicología y redescubridor del uso religioso de los enteógenos (tanto en mesoamérica como en el mundo antiguo eurasiático).

En este sentido el autor del libro también dedica una especial atención a la investigación llevada a cabo por Hofmann en relación a otras sustancias psicoactivas de la familia de los enteógenos, como es el caso de la identificación de la psilocibina y la psilocina de los hongos visionarios, el estudio de las amidas del ácido lisérgico en relación al ololiuqui, o el kykeon eleusino del a Grecia Clásica (trabajos que Hofmann realizó en colaboración con R.G. Wasson).

Y para no dejar nada en el tintero, J.C. Ruíz añade a este sólido volumen varios textos de Hofmann, entrevistas con él y escritos de personas que le conocieron -como es el caso de su hijo Andreas-. Todo ello nos lleva a lo que teníamos entre manos: un libro extenso, completo, honesto, ambicioso, serio, ameno, informativo e instructivo en relación a Albert Hofmann, la L.S.D., la revolución psiquedélica y el redescubrimiento de los enteógenos en el siglo XX.

Aldous Huxley aventuró que durante el siglo XX se habían llevado a cabo tres descubrimientos destacados: la genética (que él veía como un claroscuro), la energía nuclear (que Huxley concebía como amenazadora), y los psiquedélicos (que consideraba en sn potencial positivo). Y es por este motivo que este libro resulta particularmente interesante, pues nos facilita mucha información, con amplitud y claridad, sobre este destacado 'tercer descubrimiento'.

Comentario del editor:

Albert Hofmann, vida y legado de un químico humanista, constituye la mejor biografía hasta la fecha sobre el descubridor de la LSD. Pero el libro de J. C. Ruiz Franco no es simplemente una biografía detallada y documentada de Albert Hofmann, sino que sitúa al personaje en su contexto y nos da cuenta de todas las derivadas de su extraordinario descubrimiento. Además de dar una información exhaustiva sobre la persona de Albert Hofmann, documenta la sociología de la LSD, su fuga de los laboratorios tras los miles de ensayos clínicos que propició en el mundo de la psiquiatría y su entrada en el universo de la contracultura. La obra contiene interesantísimos ensayos, inéditos en lengua castellana, de Albert Hofmann, y documenta a fondo las visitas que el químico hizo a nuestro país. Lo que lo convierte en una obra poliédrica sobre la LSD y otras sustancias psicoactivas. Se trata de un libro imprescindible para todos los aficionados a estas temáticas.

Del prólogo de Jonathan Ott:

Aquí tenemos un libro híbrido: lo que, ateniéndonos al título, es una biografía de A1bert Hofmann, el famoso químico visionario suizo, es simultáneamente una historia cultural de su más notable invención, la LSD, legendaria sustancia psicoactiva (o Delysid, si utilizamos su denominación farmacéutica).

Hay que destacada notable historia cultural de la LSD y otras drogas psiquedélicas afines. Del mismo modo que su precursor autobiográfico, examina la invención de la LSD en el contexto del trabajo de investigación químico-farmacéutica desempeñado por Hofmann para la compañía farmacéutica de Basi1ea, Sandoz Ltd. (ahora parte de la multinacional Novartis). Vemos cómo Hofmann fue también el progenitor de tres fármacos de enorme éxito terapéutico y comercial: Hydergina, Dihydergot y Metergina, a la vez que contribuyó al desarrollo de otros dos: Parlodel y Sansert / Deseril. Aunque Hofmann consideraba a Delysid el más exitoso de todos, la dirección (por no hablar de los accionistas) de Sandoz contemplaba el asunto de manera muy distinta.

El libro trata hasta tal punto la filosofía de Hofmann que ofrece por completo (traducidas por su autor) dos conferencias filosóficas de Hofmann: la primera, sobre su visión de la realidad basándose en su teoría «emisor-receptor»; la segunda, sobre «la redención del tiempo a través de la eternidad». En la sección de apéndices se incluyen varios escritos poco conocidos sobre enteognosia, entre ellos el clásico de Walter Pahnke sobre su exploración del potencial espiritual de la LSD; así como textos literarios: del famoso escritor inglés Aldous Huxley y del poeta beatnik estadounidense Allen Ginsberg. También podemos leer en esa sección una entrevista a Hofmann, realizada por Antonio Escohotado a mediados de los años ochenta...

Introducción del libro

Albert Hofmann, uno de los científicos más importantes del siglo xx, el químico más conocido de ese siglo, mundialmente famoso por haber descubierto la LSD -pero creador también de otros fármacos con aplicaciones terapéuticas muy útiles-, falleció el 29 de abril de 2008 después de toda una vida dedicada a la investigación, las humanidades y la defensa del buen uso de las sustancias psicoactivas. Era miembro del Comité del Premio Nobel, de la Academia Mundial de Ciencias, de la Sociedad Internacional para la Investigación sobre Plantas y de la Sociedad Americana de Farmacognosia, además de Doctor Honoris Causa por el Instituto de Tecnología de Zurich, la Universidad Libre de Berlín y el Real Instituto de Tecnología de Estocolmo. Genial químico, buen filósofo y mejor persona, este ciudadano suizo descubrió la droga más potente de todas las conocidas, acontecimiento que marcó su vida y que le reportó muchas alegrías, pero también algunos problemas.

El libro que el lector tiene en sus manos constituye la forma en que el autor de estas páginas desea rendirle el mejor de los homenajes y dar a conocer al público todo lo relacionado con su figura: contar su vida, explicar sus descubrimientos, describir sus investigaciones y dejar memoria de sus aportaciones, tanto en el ámbito científico como en el humanístico. Esperamos de este modo contribuir a terminar con lo que Antonio Escohotado -autor de Historia de las drogas e 'hijo espiritual' de Hofmann-llama 'barbarie farmacológica' al referirse a la extraña situación que las drogas decretadas ilegales tienen en nuestra sociedad, desde que se inauguró el anormal experimento de la prohibición a comienzos del siglo XX. También deseamos aportar nuestro pequeño granito de arena para deshacer los ma1entendidos tan habituales en esta materia por culpa de la manipulación informativa, que ha hecho creer al común de la ciudadanía que la LSD, la psilocibina y los demás psiquedélicos son drogas nocivas sin utilidad alguna. En este sentido, consideramos que esta obra tiene, en términos generales, un carácter bastante objetivo. Es evidente que exponemos los hechos con cierta simpatía hacia el tema tratado, pero estamos seguros de no haber caído en ninguna postura extrema, una actitud demasiado común.

Hay hombres que hacen historia, y Albert Hofmann fue uno de ellos. Sin él, el pasado siglo no habría sido tal como se nos ha mostrado. ¿Podemos imaginárnoslo sin psicofarmacología, sin los felices -y en ocasiones alocados- años sesenta, sin hippies, sin música psicodélica, sin movimientos contraculturales, sin corrientes artísticas alternativas y sin drogas como la LSD o la psilocibina? Nuestro buen doctor influyó directa o indirectamente en todos esos hitos históricos que, a su vez, se siguen dejando notar en nuestros días.

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