La microdosificación está de moda | EDABEA
por Germán Carrera
En 2012 se publicó el pequeño libro de Ben Sessa, The Psychedelic Renaissance (El renacimiento psiquedélico), en el que este psiquiatra, que trabaja con niños y adolescentes que tienen trastornos mentales graves, habla sobre el aumento del uso de psiquedélicos y su implementación en aspectos tan dispares como la ciencia, la espiritualidad y la creatividad. Para Sessa, hace ocho años ya vivíamos un renacimiento de la psiquedelia; imagínense cómo está la cosa ahora.
Poco antes se publicó la Guía del explorador psicodélico (2011), donde James Fadiman introdujo el concepto de “microdosis” de psiquedélicos; y todo ello culminó en testimonios como el de Ayelet Waldman y su Qué día más bueno. Tomar LSD en microdosis me cambió la vida (2017).
Recientemente, Edabea ha sido mecenas de la primera edición de un libro sobre este fenómeno aplicado a las psilocibes: Microdosis de hongos mágicos, de Xosé F. Barge. Desde aquí os recomendamos su lectura, no solo para poneros un poco al día sobre microdosificación, sino para aprender a cultivar vuestras propias setas, entender el origen de estos poderosos seres y conocer su historia.
En cualquier caso, en el artículo de hoy nos gustaría dar unas pinceladas sobre qué son las afamadas microdosis.
¿Qué es una microdosis?
A grandes rasgos, una microdosis de un psiquedélico es, aproximadamente, una dosis subperceptual (que no percibimos), generalmente la décima parte de una dosis activa. En este caso nos vamos a referir exclusivamente a hongos psilocibios, por lo que, una décima parte de una dosis activa sería en torno a 0,15 gramos. 1,5 gramos de psilocibes puede considerarse una dosis (baja pero activa) estándar, por lo que una décima parte de esta dosis podría considerarse una microdosis.
Sin embargo, existe mucha controversia todavía sobre la cantidad de hongos psilocibios que constituyen una microdosis. En primer lugar, cada seta es diferente y tiene unas concentraciones de psilocibina y psilocina distintas; incluso diferentes partes de la misma seta pueden contener distintas proporicones de sus principios activos. En segundo lugar, los testimonios nos advierten sobre la variedad de efectos que han experimentado los microdosers: hay personas que con 0,1 gramos de psilocibes han experimentado efectos intensos (especialmente, al parecer, aquellas personas que sufren algún tipo de trastorno mental, incluso trastornos de leves a moderados, como la ansiedad) y otras que reportan que las microdosis bajas (0,05 – 0,2 gramos) no le proporcionan el efecto deseado, y tienen que aumentar ligeramente esta cantidad para obtener lo que están buscando (0,2 – 0,35 gramos). Y, en tercer lugar, hay infinidad de factores difíciles de estandarizar, como la conservación de la materia fúngica, haciendo también difícil estandarizar las microdosis.
¿Cómo tomar microdosis?
La experimentación es fundamental a la hora de identificar nuestra microdosis adecuada (generalmente referida a una cosecha en concreto de un tipo de seta, pulverizada y mezclando diferentes partes antes de ser consumida). Existen muchas formas de llevar a cabo esta experimentación, pero quizás la más aceptada y cautelosa es comenzar con una microdosis de 0,1 gramos e ir aumentando 0,05 gramos hasta que notemos algún tipo de efecto (generalmente la somnolencia es lo primero que sentimos), momento en el que debemos descender 0,05 y convertir la dosis anterior en nuestro estándar.
Por ejemplo: el primer día de microdosis tomo 0,1 gramos, el segundo día tomo 0,15, el tercer día tomo 0,2, el cuarto día 0,25 y es ese día cuando noto ligera somnolencia y también una ligera intensificación de la luz y los colores. Este es el momento de bajar a 0,2 gramos y convertir esta dosis en nuestro estándar para esa cosecha y tipo de seta.
Además, según protocolos como el de James Fadiman¸ lo ideal es descansar dos días entre microdosis para evitar una potencial tolerancia. Esto es: tomar microdosis la mañana del día 1, descabsar los días 2 y 3, y volver a tomar el día 4, descansar los días 5 y 6, y tomar el día 7… y así consecutivamente.
¿Durante cuánto tiempo tomo microdosis?
Los periodos o ciclos de microdosificación también varían considerablemente en duración según los usuarios. Hay quien hace ciclos de un mes (o menos) y quien se microdosifica durante tres o cuatro meses. Sin embargo, la idea es descansar, al menos, el mismo tiempo que ha durado el ciclo; y, eventualmente, dejar de tomar microdosis, claro. Normalmente tomamos microdosis para sentirnos mejor, para ser más productivos, para estar más abiertos, para empatizar, para disfrutar más de la vida… y los psiquedélicos sirven precisamente para ayudarnos a forjar un nuevo punto de vista que luego debiera integrarse en la vida cotidiana, sin necesidad de recurrir constantemente a ellos.
Daño en general (bioquímico, fisiológico y psiquiátrico, entre otros), que a su vez se fundamenta en la medida relativa de la nocividad para los usuarios y el resto de la sociedad (realizado por el Independent Scientific Commitee on Drugs o Comité Científico Independiente sobre Drogas del Reino Unido)
Reducción de riesgos
Pongamos que la primera microdosis, de 0,1 gramos, te sienta mal. Los pocos testimonios recogidos sobre malas experiencias suelen reportar episodios de paranoia, ansiedad, nerviosismo, falta de concentración, etc. En este caso tienes dos opciones: o bien pruebas con microdosis que generalmente no son efectivas en otros usuarios (0,01, 0,02, 0,03…) o bien suspendes la microdosificación por completo.
Aunque existen personas con problemas mentales (que, como decíamos, van de leves o moderados a muy graves, como la esquizofrenia, el estrés postraumático o trastornos de carácter afectivo) que han reportado mejoras sustanciales con el uso de microdosis (en el libro de Microdosis de hongos mágicos se recoge el testimonio de una persona con trastornos graves que tomando microdosis muy pequeñas y con mucha menor frecuencia a la propuesta por Fadiman mejoró considerablemente), lo razonable es consultar a tu psiquiatra, psicólogo o profesional de la salud antes de aventurarte con las microdosis.
Todos, sin excepción, debemos tomarnos muy en serio a los psiquedélicos, incluso cuando hablamos de microdosis. Sin embargo, siempre que sufras algún tipo de trastorno mental, incluso si es de carácter leve, debes extremar las precauciones y consultarlo con tu médico.
Como siempre, cabe advertir que este artículo no pretende alentar el consumo de microdosis, sino que pretende informar desde el control de riesgos sobre esta tendencia que ha adquirido tanta notoriedad y difusión mediática durante los últimos años.
Si quieres saber más sobre la microdosificación de psilocibes, el cultivo en panes de setas, la historia de estos maravillosos seres y conocer experiencias de otros usuarios, te recomendamos de nuevo Microdosis de hongos mágicos.