Dimetiltriptamina (DMT) Uso ancestral y contemporáneo | EDABEA

La dimetiltriptamina, conocida comúnmente como DMT, es una sustancia psiquedélica potente que ha sido utilizada desde tiempos ancestrales por diversas culturas indígenas. En los últimos años, el uso de la DMT ha tomado un nuevo se ha popularizado, especialmente a través de métodos de consumo como la combustión y el vapeo. Este artículo hablará de los usos tradicionales y contemporáneos de la DMT, explorando su evolución a lo largo del tiempo y su papel en la sociedad actual.

¿Qué es la DMT?

Primero, es vital entender qué es la DMT. Es un compuesto alcaloide natural que se encuentra en numerosas plantas y animales, conocido por su intensa acción psiquedélica. La DMT es un componente central de la ayahuasca, una infusión psiquedélica que se usa en rituales y ceremonias tradicionales en la región de la Amazonía. Al ser consumida, la DMT induce una experiencia psiquedélica intensa que algunos describen como un viaje a otras dimensiones o realidades, a menudo cargadas de simbolismo y revelaciones personales.

Usos de la DMT

El uso de la DMT y plantas que la contienen data de hace miles de años. Culturas indígenas en regiones amazónicas, como los Shipibo-Conibo y los Ashaninka, han utilizado la ayahuasca en rituales espirituales y ceremonias de sanación durante siglos. En su cosmovisión, la ayahuasca es una herramienta para comunicarse con los espíritus de la naturaleza, obtener conocimientos profundos sobre el universo y sanar enfermedades tanto físicas como mentales. En muchos casos, estas ceremonias son guiadas por guías chamánicos y curanderos, figuras respetadas en las comunidades que poseen un conocimiento profundo de las plantas y sus usos medicinales y espirituales.

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Historia de la DMT

La DMT ha sido encontrada en artefactos arqueológicos en toda América del Sur, como tubos para inhalar datados de hace 4.000 años en Argentina y figuras de jaguares de hace 2.000 años en Costa Rica. Esto evidencia que su uso no se limitaba a una sola cultura o región, y que ha jugado un papel fundamental en rituales y ceremonias desde tiempos precolombinos.

Sin embargo, el uso de la DMT ha evolucionado con el tiempo, adaptándose a las tecnologías y costumbres modernas. En la década de 1960, el químico y escritor Alexander Shulgin sintetizó DMT en un laboratorio y documentó sus efectos en detalle, abriendo las puertas a su popularización en culturas occidentales. Aunque los métodos de consumo variaban desde inyecciones hasta insuflaciones, en años recientes el consumo de DMT por combustión y vapeo ha ganado popularidad.

Consumo moderno de la DMT

Estos métodos modernos se utilizan generalmente con DMT cristalizada, que se calienta hasta que se vaporiza, y luego se inhala. En el caso de los vapers, la DMT se diluye en glicerina o propilenglicol y, posteriormente, se vapea. Este enfoque aporta una serie de ventajas y desventajas en comparación con la ingesta de ayahuasca.

La combustión y el vapeo pueden proporcionar una experiencia más controlada, ya que permiten medir la dosis con precisión, y la duración del viaje es mucho menor, unos 5 o 10 minutos en total. En contraste con las largas y a veces difíciles travesías inducidas por la ayahuasca, la DMT vaporizada ofrece una experiencia más corta y manejable. Sin embargo, la intensidad de la experiencia puede ser abrumadora y menos predecible, lo que puede resultar perturbador para algunos usuarios.

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Además, estos métodos de consumo modernos carecen del componente ceremonial y comunitario de la experiencia de la ayahuasca, algo importante para algunos usuarios (y, a decir verdad, no tanto para otros). En muchas culturas indígenas, la utilización de DMT se ve como un rito comunitario que conecta a los individuos entre sí y con el cosmos. El paso hacia un consumo más individualista puede llevar a la pérdida de estas sensaciones.

Es vital tener en cuenta que, a pesar de su uso ancestral y contemporáneo, la DMT es una sustancia controlada en muchos países, lo que significa que su uso puede ser problemático. Además, aunque algunas investigaciones sugieren que puede tener beneficios terapéuticos, como en el tratamiento de la depresión y el trastorno de estrés postraumático, la DMT es una sustancia potente que puede tener efectos impredecibles y debería utilizarse con cautela.

Potencial terapéutico de la DMT

En el ámbito científico, la DMT está atrayendo un creciente interés por su potencial terapéutico. Estudios preliminares sugieren que puede ser útil en el tratamiento de condiciones como la depresión, la ansiedad y el estrés postraumático. También está siendo investigada por su capacidad para inducir experiencias místicas y espirituales, que podrían tener un impacto positivo en la salud mental y el bienestar. Sin embargo, la investigación en este campo todavía es joven, y se necesita más trabajo para entender completamente los beneficios y riesgos de la DMT.

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En resumen, la DMT es una sustancia fascinante con una larga historia de uso espiritual y ceremonial. Aunque su uso moderno a través de la combustión y el vapeo puede ofrecer una experiencia más controlada y accesible, también puede alejar a los usuarios de las raíces ceremoniales y comunitarias de la experiencia de la DMT. Como con cualquier sustancia psiquedélica, se debe abordar con respeto y cautela, teniendo en cuenta tanto su potencial terapéutico como sus riesgos. La DMT, tanto en sus formas tradicionales como modernas, continúa siendo un objeto de estudio y fascinación, una ventana a realidades insospechadas y un potencial camino hacia la sanación y el autoconocimiento.

¿Quieres saber más sobre qué es y para que sirve la DMT?

por Neal